¿Con qué trocito de las injusticias del mundo te indignas? ¿Cuál es pequeño segmento de abusos y violencias que te escandaliza y moviliza? ¿Qué hechos históricos particulares son aquellos con los que das por explicada la historia? ¿Qué minúscula parte de los hechos potencialmente inquietantes te inquieta? …

Y así es como la acción envolvente y omnipresente de los poderes económico, político y mediático moldea nuestra verdad intersubjetiva, las emociones que fabricamos, los anhelos que perseguimos, las desdichas que abominamos y los cuentos que nos contamos.

A defender esas “verdades”, a poder pelear por esos anhelos y a izar la bandera de esos cuentos lo llamamos libertad.