De cómo anhela el hombre su libertad;
pero cómo descuida el conocimiento;
y de cómo esculpimos nuestra seguridad
a través de ficciones sin discernimiento.
De esto va la historia y su sordidez:
de fragmentos que se unen sin cemento,
del poder que crece sin lucidez
y de cárceles con buen asiento.
¿Por qué aligerar tan magno tema
convirtiendo el lamento en poema
y encerrarlo en un simple soneto?
Pues sublimo el dolor que quema
para convivir con tamaño dilema
cual es saberme parte del cesto.
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